¿Qué es un ALSP?

Se trata de operadores legales que ofrecen y prestan sus servicios de forma alternativa, es decir, de forma distinta a la tradicional (por sus siglas en inglés, “Alternative Legal Service Provider”). Por tanto, la novedad radica no tanto en el “qué”, sino en el “cómo”. Y ese es precisamente su rasgo innovador.

En un mercado cada vez más segmentado que exige flexibilidad y transparencia, los ALSP nacen como respuesta a la necesidad de optimizar costes y resultados. Podría incluso decirse que conjugan a la perfección el omnipresente “do more with less“, en materia de eficiencia de recursos, y el atrevido “think outside the box”, en materia de creatividad.

Los ALSP son uno más en el ecosistema legal, y conviven con operadores jurídicos tradicionales. Esta interacción entre distintos agentes jurídicos de naturaleza diversa cuenta con una trayectoria consolidada en el mercado anglosajón, y con una proyección notable en el mercado español.

Pero ¿por qué estamos ante proveedores “alternativos”? Si bien está claro que estamos a una forma de trabajo «diferente», es muy importante tener en cuenta sus principales rasgos diferenciadores:

  • Están altamente especializados. Están muy acostumbrados a hacer el mismo tipo de tareas, de forma que han alcanzado dominio experto de las mismas. Y precisamente por ello son capaces de desarrollar métodos de trabajo ad hoc para cada proyecto, con rigor en la ejecución y excelencia técnica.  Además, son muy ágiles. Comprenden las problemáticas con rapidez  y son capaces de gestionar grandes volúmenes.
  • Invierten en tecnología. Utilizan herramientas tecnológicas y de Inteligencia Artificial en la ejecución de sus tareas y están altamente familiarizados con el machine learning. Es más, su conocimiento profundo del sector permite elegir, e incluso desarrollar, softwares específicos para acelerar cada parte del proyecto, lo que les permite, en definitiva, agilizar los plazos de ejecución y de entrega.
  • Definen proyectos y ofrecen soluciones globales. Crean procesos y equipos de trabajo ad hoc para cada asunto, definen hitos de ejecución, y designan un único Project Manager que se convierte en el único interlocutor para su gestión. Tienen una visión amplia de los asuntos,  lo que les permite ofrecer soluciones globales, no sólo desde el punto de vista jurídico sino teniendo en cuenta además elementos propios del negocio. No es casualidad que muchas de estas firmas están lideradas por abogados con trayectorias iniciadas en grandes firmas,  con conocimiento de primera mano  tanto del contexto como de la ejecución.
  • Son flexibles y versátiles. Huyen de la opacidad del sistema de facturación por horas. Sus fees son transparentes y ajustados a las necesidades del cliente y del proyecto. Además, pueden enfrentarse a diferentes tipologías de tareas.
  • Generan relaciones dinámicas tanto dentro de su equipo como con sus clientes. Huyen de grandes estructuras piramidales y jerarquizadas en las que se pierde el trato personal con el cliente y con los resultados del proyecto.

Si bien en la actualidad los ALSP están en auge, Abroading inició su trayectoria en el año 2011 como primer Proveedor Alternativo de Servicios Legales (ALSP) en España cuando el mercado legal no había comenzado su proceso de transformación, siendo pioneros en la prestación de servicios de soporte legal y externalización de procesos legales (LPO), con un formato innovador y tecnológico.

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